«Te muerdes los labios.
Tu pecho se agita.
El cuero no aprieta.
Acaricia tu piel.

El brillo destellante
de la Luna sobre la cadena
es el faro en el mar de silencio
que nos rodea.

La respiración agitada.
El deseo que se inhala.
El signo de un lazo
que todos anhelan
pero que no pueden tener.

No poseo tu cuerpo,
– pues en el reino de tu piel
solo puedes regir tú. – 
Es tu alma la que deseo,
para clavar el estandarte de mi reino
en nombre de éste insano amor.

Nuestros anhelos convergen
en un círculo vicioso de pasión y deseo.

Mi placer no es causarte heridas,
sino lamerlas y reconfortarte.
Tu placer no es ser esclava de mi lujuria,
sino la confianza que cuidaré de ti siempre.

Nunca fuiste mía.
Porque soy yo
quien siempre será tuyo.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 17/nov./2016



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