«Mendicidad recurrente.
Las miradas indiferentes
traspasan la piel
e ignoran al alma,
cuya mano invisible,
se extiende en complemento
del paisaje en la calle abarrotada.
Suplica el poeta a los transeúntes,
la riqueza valiosa
que no cabe en los bolsillos y carteras:
Implora por el valioso abrazo,
la sonrisa...
la mirada...
Pero el prójimo
ha sepultado al amor
en la bóveda de mil llaves,
para que se cubra de polvo y hongos,
mientras ganan intereses los prístinos billetes
y hallan solaz entre bailes y nuevos oropeles.»
Las miradas indiferentes
traspasan la piel
e ignoran al alma,
cuya mano invisible,
se extiende en complemento
del paisaje en la calle abarrotada.
Suplica el poeta a los transeúntes,
la riqueza valiosa
que no cabe en los bolsillos y carteras:
Implora por el valioso abrazo,
la sonrisa...
la mirada...
Pero el prójimo
ha sepultado al amor
en la bóveda de mil llaves,
para que se cubra de polvo y hongos,
mientras ganan intereses los prístinos billetes
y hallan solaz entre bailes y nuevos oropeles.»
© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 28/ene./2017
Lima/Perú • 28/ene./2017
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