«Perdóname padre,
porque he pecado.
He pecado 
encontrando deseos irrefrenables
entre sus labios.
He pecado 
recordando cada segundo 
mis manos entre sus cabellos.
He pecado 
reiteradas e incontables veces
probando el sabor de su piel.

He pecado
en  
perderme entre su humedad 
y la dicha de escuchar mi nombre
musitado entre sus gemidos.
He pecado 
en el egoísmo de jamás compartirla 
y hacerla tan mía, 
que enterré en el centro de la Tierra 
la llave de su corazón.
He pecado de avaricia,
porque en cada encuentro 
he hurgado más y más 
entre mares de lujuria 
y la gula por sus besos.

Perdóname padre,
porque he pecado.
Y deseo seguir pecando.
Renuncio a tus leyes
mientras alegre paseo 
entre los apasionados y dulces infiernos
de los cuales jamás pienso volver 
mientras ella esté a mi lado.» 

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 06/feb./2017



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