No seré el Príncipe Azul de tus cuentos infantiles. Tampoco quiero ser el adalid que caza dragones en tu nombre. No soy el poeta que te bañará en versos, ni el romántico empedernido que te despertará con el desayuno en la cama.

Eso, amor mío, es pura y maldita fantasía.


Soy el hombre que calla dolores para no volverse una cana más en tus cabellos. Soy el niño que huye despavorido cuando escucha tus gritos. Soy el demonio que carga condenas y perversiones, y que desea dejar su historia bajo tu piel, marcando tu alma.

Soy ese ser humano que siente de un modo propio, batallando contra la locura y la lágrima. Eso es lo que soy.

Soy, nada [y] más.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 17/mrz./2017



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