«Las puntas de sus dedos
rozan el cenit del cielo estrellado
en ese universo conscripto que alberga su ser,
donde el corazón y la razón se vuelven uno.

La rebeldía y el orgullo dan paso
a la entrega del libre albedrío.
Sedienta de pasión su alma enloquece,
olvidando el significado del pudor.

Alejada del mundo ya no se pertenece.
Jamás entenderán cómo vuela tan libre,
mientras la cadena y el látigo bailan
en perfecta armonía sobre su piel.

La venda oscurece la ordinaria vista,
para enseñarle horizontes sin explorar.
Juegos prohibidos a las almas comunes,
son las puertas del paraíso donde halla solaz.

Dedicación y obediencia absoluta,
con sonrisa traviesa y retando a los dioses.
Cruzará mares y desiertos distantes
en su valiosa entrega: el placer de estar
bajo las órdenes de quien posee su alma.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 07/abr./2017



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