«Perdí la primera vida al conocerte. Fue tanta la impresión que me mirarás, que el alma se escapó de mi cuerpo por tener tu atención. La segunda, se la llevó el viento cuando se apareció convertido en tormenta, cargado de tu estruendoso “Te deseo”, cual relámpago cayendo desde el cielo. La tercera, se fue con la neblina de miedo disipada, cuando me acerqué a ti lleno de confianza para seducirte. Desde ese momento, las gasté por completo en deleite insano. La cuarta ardió entre tus labios. La quinta la dejé esparcida en tu cuello. La sexta cayó rodando desde las cimas de tus senos para terminar placenteramente inerte en las dunas de tu vientre. Y la última, la gastaré enloquecido, frenéticamente cegado por la pasión, para conquistar la ínsula que vislumbro hacia el sur de tu cuerpo. Invoco a la Fortuna, que la Muerte me recoja, después de terminar la vida sesenta y nueve.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 21/abr./2017



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