«Se cubre el vacío y el silencio,
con el recuerdo inesperado.
En los horizontes que plantea la nada,
descansan los lienzos en blanco,
dibujando gratamente de memoria
– usando por todo pincel
una mirada aparentemente perdida –,
lo que el alma atesora profundamente:

El eco de tu risa,
que vibra todavía sin cesar,
rodeándolo todo.
Los arcoíris apasionados
que tienen tus ojos,
eclipsando al sol.
Las tempestades de tus iras,
que subyagan mareas y vientos.
Las sombras de tus lágrimas,
que hace llorar a las nubes entristecidas.

Se mueven las puntas de los dedos,
en inútil intento de congelar el tiempo,
para aprehender, y no soltar,
las memorias que cabalgan salvajes
en las yermas planicies del corazón.
La desesperanza y la resignación danzan
con contradictoria alegría en la habitación.
Se promete el ángel caído retornar en futura vida,
para deleitarse – otra vez – con tus labios y tu piel.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 04/abr./2017