«Obséquiame hoy tu sonrisa.
Bríndame la calma
que aplaca las tormentas
de mi atribulado devenir.

Acaríciame esta noche con tus ojos.
Cura con tu dulce mirar las heridas, 
aún sangrantes de batallas ganadas
por corazón sacrificado y lágrima silente.

Regálame mañana tu voz enamorada.
Disipa con cálidas palabras
las nubes grises que me rodean
cuando estás ausente.

Conjúrame cuando quieras,
nombrándome entre ritos de ocultos suspiros.  
A tu meced ha quedado ésta sombra,
que muere de sed por el néctar de tus labios,
y añora sentir tu latir volverse uno con el mío
(otra vez).»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 26/mayo/2017



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