«Sonríes en silencio en tu habitación. Otra vez ha regresado a tu memoria y no sabes si resignarte o seguir batallando… ¡Maldito sea el veneno que te recorre! Inventas trabajos y acciones, reuniones y demás, y todo es aún insuficiente. Ese nombre sigue allí, dando vueltas en tu mente y jugando con tu alma. Ese nombre que te hizo pasear por atardeceres y acampar entre las estrellas, para desaparecer con el lucero del alba. Ese nombre que tu corazón clama por ser gritado a los cuatro vientos mientras tu egoísmo todavía lo calla para reservarlo sólo para ti. Sería un sacrilegio oírlo de otros labios que no sean los tuyos. Infame blasfemia que sea leído por otros ojos que no sean los tuyos. Ese es el nombre que inspira a tus pecados y que ha hecho capitular a tus ejércitos con un solo beso. Bastó saber su nombre para que sigas sonriendo de manera pueril y traviesa… pero feliz, mientras el rayo de luna tatúa con suspiros ese nombre en tu almohada, y que te despertará con cada sorbo de café. Así es el endemoniado veneno de ese nombre que atesoras… Mi nombre.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 26/mayo/2017



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