«Cruel y villano es el pecador confeso,
que consumido por la culpa, 
espetó la blasfemia imperdonable
al decir que ese amor había muerto en su corazón.

Se vistió de frialdad ante la lágrima,
y de egoísmo ante los reclamos hirientes,
que caen encendidas como las piedras de lapidación
por las manos y gritos de quien alguna vez amó.
No importará lo que en verdad sintió.
Nunca importó.

Claman los mortales a los dioses en oraciones
que la verdad los libere y les dé felicidad,
mientras se drogan cada día con mentiras opiosas 
de amores felizmente eternos.

Prefieren defender la rutina de besos vacíos.
Se regocijan en condescendientes futuros,
dejando a la Muerte la sucia labor de romper
lo que sus miedos les impide hacer por sí mismos.

Culpables somos todos por alimentar al monstruo.
Escribimos y cantamos amores irreales,
forzándonos a concretar lo que no existe.
Matamos al amor, en nombre del amor mismo.»
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© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 27/jun./2017