«Paredes que atestiguan
en complicidad silente
los pecados que se cometen
en los confines de la habitación.

Mudos observadores
del frenesí desbocado
entre amantes enloquecidos
que devoran al tiempo mismo.

El presente se volvió eterno
para las almas arrastradas
por juegos prohibidos y vedados
ante la falsa moral de los mortales.

Adoración y devoción sin igual,
desatan la batalla de orgasmos mutuos.
con la pasión que encadena la piel,
para dar al corazón la tan añorada libertad.

Más la realidad, cruel y tirana,
asesina al fin de semana
para detener tanto desvarío
que escandaliza a los Cielos…
Hasta próximo encuentro
de ángeles caídos.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 27/jun./2017



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