«Aflora el espíritu de la primitiva cacería
en las miradas bañadas de lujuria.
Signos de tentación
que solo los ojos atentos y alertas,
decodifican con pausado interés.

Sinuoso y coqueto es el caminar
de la encarnada seducción,
cuyos labios húmedos y entreabiertos
inician la persecución
de silenciosos deseos
que incitan más la depredación.

Falsa es la presa
que poco interés muestra
en huir despavorida.
Verdadero es el baile de trampas
mutuamente colocadas
entre las  vistas que se cruzan por segundos.

La comparsa acaba en el primer verbo.
Los gestos gritan entre furtivas sonrisas.
Osadías valientes y suicidas
entre demonios que abrazan
al deseo desbocado.
Juego de persecución que pronto acabará.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 12/jul./2017