«Horizontes inciertos ante mí.
El todo se convirtió en la nada,
y desde la nada deberé seguir.

Y el dedo acusa, sin piedad.

La culpa ha preparado la cama,
decorando con silencios
su habitación dentro de mi alma.

Y la mirada acusa, sin piedad.

La realidad ignorante de diplomacias
me espeta en el rostro el peso
de crónicos defectos que no reparé.

Y la lágrima acusa, sin piedad.

Procesos que concluyen con dolor
en la aceptación de sinceras incapacidades
ante la locura egoísta de cambiar ese destino.

Y el odio acusa, sin piedad.

Porque no debí seguir así…
Porque no debes seguir así…
Porque no debemos seguir así…

Tu amor roto me acusará, sin piedad.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 07/jul./2017



Comentarios

Entradas populares