«Se eleva la sacrílega plegaria
entre ecos de gritos callados
que el fandango cotidiano oculta
de percepción por seres temporales.

Invocación de extrema demencia
que clama el alma descarriada con vehemencia.
Las llaves del verdadero paraíso
se esconden tras fríos labios y gélido tacto.

Sonríe la Parca por las amorosas loas,
mientras lamenta la ley que aún decreta
que vedada se encuentra de unirse
al Desterrado aquél que sus alas arrancó.

Lo escucha cada día y cada noche,
en todos los eclipses de sol y las luna de sangre,
sintiéndose más hermosa y bella que las musas
aquellas que encantan a poetas y cantores.

Tras cada eternidad se acorta la distancia,
que le permitirá reunirse finalmente con el Caído,
y aunque esa vida se extinguirá al probar sus labios,
entregará con amor la recompensa añorada: libertad.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 20/jul./2017