[ Agonía 20 ]


«Inevitable fue la recaída de madrugada. Revisar tu mensaje – otra vez – y tratar de entender tu partida… – otra vez. Reciclar tus letras entre los segundos congelados de incólume insomnio, para racionalizar en inútil diagrama las palabras acumuladas en la garganta, y que ahora deseo vomitar a través de gritos e iras. Vergonzosa fue la recaída de madrugada. Imaginar que me amabas… Peor aún: imaginar que podía ser amado. Y la Razón cruel flagela con sentencias válidas y tautológicas que mi inepto (e inapto) corazón no puede rebatir… No. Ya no llevo las cuentas de las agonías que ésta alma ha sufrido… Creo que voy por la número veinte… Creo… Ya no sé. Sólo resuenan en el campo de batalla las lágrimas secas cual balas de cañón, que desmembrarán en cada impacto los versos dedicados que agonizan lentamente noche tras noche… hasta que el último suspiro se desvanezca en el café de la mañana, y revivan tras cada atardecer.  Inevitables serán las recaídas de madrugada… Lo sé.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 17/ago./2017



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