«Emergen en silencio los
Solitarios atardeceres que van
Tiñendo de malva lisérgica
A través de mi nostalgia, aquellos
Suspiros que emanan de tu recuerdo.

Letanías destinadas brotan
En cadencia letárgica de esta
Tormentosa desesperanza, que
Rasga sin misericordia por el
Amor ahora lejano, como murmullos en
Sal ardiente que brota entre los labios.

Labios que te extrañan con locura…
Labios que buscan tu clemencia…
Esperaré más allá del tiempo para
Volver al Edén de tu piel enamorada.
Aunque mil eternidades se ofrece y mil más
Necesite para cumplir éste egoísmo insano.

Sentirte tu calidez entre mis brazos,  
Unir nuestras almas de nuevo.

Navegar juntos entre caricias prohibidas y
Ocultas que escandalicen a la pasión misma,
Meciéndonos entre sueños e ilusiones entre los húmedos
Besos que con frenesí se encuentran, y por este desvarío
Recurro cada noche a la Luna para recordarte que
Estas letras llevarán por siempre tu nombre.

*
Porque jamás había visto o siquiera
Observado un ser con brillar tan
Rebosante de energía que enceguece, y
Que podría penetrar cualquier oscuridad,
Uniendo mis piezas rotas sin haberme tocado.
Estoy encadenada y a merced de este ángel mortal.

Sólo basta una mirada suya y mis demonios
Ocultan dóciles el rostro ante sus pupilas.
Liberando a mi alma del miedo que hace
Oscilar entre nosotros el génesis de una promesa eterna.

Entro en el paraíso prohibido de su mente cada
Noche de luna nueva con la llave que le robé  a los cielos.

Su cabello rizado y sus misteriosos ojos cafés
Usurpan mi mente y doblegan las murallas que
Silenciosamente construyó mi corazón.

Los días se visten de ilusión, y mis manos
Atraviesan mil mundos buscando su latir.
Bienvenido sea el sentimiento inmerecido  que
Invade los horizontes de está loca, cuando puedo
Oír de sus labios lo que vida tras vida busqué para
Saber si podía existir en verdad el verbo amar.

Hechizo de amor conjurado con silentes palabras
Antecedieron a nuestra promesa de
Yacer juntos por más allá del tiempo y la muerte.

Poesía hecha carne inmortal te volviste ante mí.
Ostenta con orgullo amado mío la esencia de mis letras,
Encarnadas en lluvias de otoño, vientos cómplices y rayos de luna.
Simplemente me convertí con placer en idílica musa
Inmaculada para ti, y en la demente poetisa que
Articulará por tu culpa, los más bellos versos de amor.»

*
Estas letras llevan su nombre,
Porque sólo en sus labios hay poesía.»

© Sᴀʜᴏʀɪ Hᴇʀɴᴀ́ɴᴅᴇᴢ
© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ

México/Perú • 03/ago./2017





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