«Lentamente y sin apuro,
van cediendo, uno a uno,
los guardias de tu pudor, 
ante el vedado anhelo.

Se encandila el aire
con aroma de predisposición,
y claudicará ante tu deseo
el último vestigio de razón.

Dueño vil, es de tu imaginación.

A distancia usa tus manos
como si acaso suyas fuera,
y a través de viento perverso,
recorre tu piel a entero capricho.

Se eriza la sudada espalda
y de agitación anda el busto erguido.
Pecado en solitario cometido,
que acaba con sonoro estallido.

Dueño vil, es de tu imaginación.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 28/ago./2017



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