«Veneno que recorre ardiente bajo tu piel.
Maldición ancestral que incrustó cruelmente 
aquél ser oscuro cuando de tu alma y tu cuerpo probó.
Ninguna mirada puede desnudarte como la suya.

Tu piel clama aún con demencia alcanzar el desvarío
que calmará tus secretas perversiones.
Toda voz resulta un estruendo mudo que aletarga,
pues solo de sus labios brotaban los ritmos y cadencias
que marcan el palpitar de tu corazón todavía enceguecido.

Insulsos sientes los besos que otros labios te ofrecen.
Opacas son las miradas que intentan seducirte.
Invocarás ahora el divino olvido para borrar las marcas
que te recuerdan a cada instante el amor de un ángel caído.»  

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 01º/ago./2017



Comentarios

Entradas populares