«Veneno. Eso tienes: veneno. Veneno que se esparce en el alma y acecha a cada segundo, tan etéreo y prohibido, que carcome las neuronas y se enquista en el pensamiento. Veneno dulce. Veneno que seduce. El veneno de imaginarte en la chica que tengo en frente, o en la chica de la fila de pago, e imaginar que eres tú. Que podría jalar sus cabellos como si fueran los tuyos, y violar tu lengua hasta que te ahogues en saliva caliente. Veneno que lleva pecado en cada gota. De atarte las manos y colocar con maliciosa lentitud los pines en tus pezones, y unirlos por una fina cadena plateada. Veneno que inflama la visión, y pervierte la imaginación… de ponerte ese collar, y llevarte a gatas hasta el sofá. De sentarte en mi regazo y lamer cada pulgada de tu piel. Veneno atroz que te dejaría colgada de la viga en la habitación, y lanzarte cada azote para besar tus marcas. Llenarlas de salada lengua ardiente. Veneno que reseca la garganta. Veneno que hace buscar tu entrepierna y jugar con tu intimidad. Saciar ésta sed con tus manantiales. Disfrutar de tu piel temblorosa y atravesar galaxias con tus gemidos. Veneno que mata lentamente de deseo ardiente… Veneno: eso eres.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 09/ago./2017



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