«Desnúdate… Desnúdate para mí. Déjate las ropas, que me encanta el escote de tu vestido, tanto como la abertura lateral que le roba la vista a todos los mortales. Déjate las albas fibras artificiales, que decoran con ahínco el brillo en tu mirar y el arco de tus labios. Sólo quiero que te desnudes. Desabotona, por favor, tus prejuicios y temores… uno a uno, lentamente y sin apuro. Deja que me deleite de tu ser. Que se deslicen hacia el suelo y queden atrás el pudor y el recelo. Baja coquetamente el zipper de tu corazón, para mostrar tu fragilidad que se esconde como niña asustada ante tanta decepción. No princesa. No te prometeré falsedades: es muy probable que te pueda herir… que una lágrima recorra tu mejilla dibujando mi nombre en su caída… que te aburras de mí… o de lo que soy… o que el amor claudique en una mañana de julio tras el último sorbo de café en el desayuno. El futuro no está escrito del todo. Pero sí puedo prometerte que mientras estemos juntos, te mostraré lo que es vivir, reír, sufrir, llorar…, y gemir.  Que el amor es un riesgo constante: un campo de batalla donde todos salimos  heridos pero que, por vivirlo en ti, valdrá la pena morir. Así que desnúdate…  Desnúdate para mí.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 05/sept./2017





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