«Pregunté en fría alba al buen Eolo
los motivos posibles que tuviste para irte,
y dejar a ésta alma, descosida y triste,
cargando la cruz de dementes cuestiones.
Se calló el viento y por respuesta, silencio.

Le pedí a las piadosas olas del mar
que al tocar la arena, se llevaran,
en cada visita, los ecos de tus besos.
Y Poseidón las dispuso ecuatoriales.
Reinó en los litorales, el frío silencio.

Supliqué a Nix, a Selene y sus estrellas,
y a Apolo mismo en su oráculo tributé.
Bajo el pretexto de una luna nueva,
el firmamento todo en negro fue.
¡Hasta los astros guardan maldito silencio!

Para calmar la pena, y soñar con tu regreso,
magnánimo Morfeo, en mi rostro sopló.
Y un hada, melancólica, una nana me cantó:
“♫… Se contagia la desdicha, de ver al Caído de los cielos,
haberse enamorado ciego, de la Reina de los Hielos… ♪”.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 12/oct./2017



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