«Vuela el gemido, desde tus labios, su nido,
y bate sus alas en placentero sonido,
mientras se propaga  cual droga de oriente
el desvarío que acaba al sur de tu vientre.

Peregrinan los segundos en ésta lengua
cuyo anhelo por tu sabor, no mengua,
Ironía que el descenso  de ésta boca impía
haga escalar las notas, en tu piel, cual melodía.

Se desatan con la fiereza del arte de la cetrería
mis demonios, que sucumben ante tu hechicería,
cada vez que entre espasmos, dices que eres mía.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 25/oct./2017



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