«Hada mágica que al amor
lo llevas entre las venas,
piedad tuviste de mis alas negras,
y con generoso cuidado
remendaste las cerdas rotas
de estas plumas impías.

Dibujaron con ternura
de tus palabras hechiceras,
la sonrisa en mis labios ajados,
y tu voz fue el bálsamo,
que evitó que mi corazón muriera,
desangrado después del ocaso.

¡Si los cielos quisieran, acaso,
concederme un último pedido,
que sea verte feliz con tu rey amado!
Suficiente me basta recordar el brillo
de tu mirada en luceros madrugados.

En deuda se encuentra mi alma
por tus conocimientos arcanos
que ayudaron a éste demonio gitano.
Invoco a la caprichosa providencia
cruzar otrora nuestros caminos,
aunque al mundo le parezca, una quimera.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 23/nov./2017



Comentarios

Entradas populares