«Idénticas todas las noches
que el calendario marca.
Aguarda silente el lupino,
atendiendo al mínimo ruido,
que indique de alguna respuesta,
el más mínimo atisbo.

Ya el aullido se ha agrietado,
trocando al ansía en parsimonia.
El silencio, ha devorado todo.
No queda vocablo en el alma.

A la Luna amada ya no aúlla.
Los cometas y luceros,
tranquilos pasean por los cielos. 

Cruzan miradas la Luna y el Lobo,
en espera de algún movimiento.
No les queda ningún sentimiento,
que no haya sido ya arrastrado
por la lágrima, o el frío viento.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 14/nov./2017



Comentarios

Entradas populares