[ intento de soneto isabelino ]


«Imperceptibles los besos de tus cálidos pétalos
sobre las costras montañosas de ésta alma vacía.
Mi piel, huérfana ahora de leyenda y mitología,
se desangró por recuerdos de un amor a intervalos.

Pesaron más las alas ennegrecidas de los cuervos
y hacia a la pira del desamor, lanzaron éste cuerpo.
Profanas serán las cenizas de otrora promesas
que el viento disipa, en grisácea brisa de primavera.

No hay pretexto ni mentira que sea placebo
para el reflejo cruel que restriega el espejo.
Profecía a cumplirse, sin apuro y con esmero,
que negado para amar está el Caído de los cielos.

Quimérica es la cruzada que el Vil se empecina,
intentando lograr amor, en su providencia zaina.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 06/nov./2017



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