«Invocación prohibida tan oscura y profana,

pronuncias en insania por culpa del amor.

Tu sangre es esa esencia, la perfecta carnada,

que seduce sin yerro, al innombrable ser.

Hierves bajo tu piel por volver a sentir

volverte la presa entre fauces y garras

que han domado sin duda, la rebelde alma tuya.

Insaciable el deseo de percibirte libre,

transformando tus lágrimas en dulces alegrías,

trazadas con su lengua pecadora y viciosa,

detonando en gemidos por todo lo vivido.

Cadenas invisibles unen indivisibles

tu mágico destino con su sino prohibido.

Atada está tu mente que recuerda de día

las caricias vetadas que la Luna atestigua,

y entre sábanas quietas se aplacan tus sequías

por sus labios blasfemos cuando recorren lento,

sin apuro ni prisa, tus perversos alientos.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ

Lima/Perú • 26/nov./2017