«Me quedaba una vida.
Una sola…
donde nuestros latidos quería sincronizar,
y de tus labios, redactar un tratado,
mientras desvariado,
en tu entrepierna ansiaba recitar
las odas vedadas por milenarios bardos.

Me quedaba una vida.
Solo una…
donde pudiera desnudarme el alma,
para desechar ésta maltrecha coraza.
Recolectar los fragmentos de otras vidas,
y pegarlas todas,
con la sagrada receta de perdón y sonrisas.
Creo, que en verdad mucho pedía.

Me quedaba una vida.
Como última bala
que espera violenta redención en la muerte.
Como una temerosa Esperanza,
que cobarde, no salió de la caja de Pandora,
mientras la guitarra llora las notas
que componen la danza de soledad y melancolía.

Me quedaba una vida…
Una vida… una ilusión…. un sueño pueril…
Me quedaba una vida…
…y era ésta.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 30/ene./2018