«Quédate con mis rotas alas
y déjame sin posesión alguna,
salvo ésta eterna maldición
que me niega toda absolución.

Haz con ellas lo que plazcas:
Úsalas para decorar alguna de tus galas…
El adorno rústico para esa sala….
O simplemente…, haz de quemarlas.

Las verás arder entre frías hogueras,
y el viento cómplice se llevará las cenizas
que yacerán sobre las vetustas cruces
de aquél mustio y olvidado panteón.

Quédate con mis inútiles alas,
y completa así el arcaico sortilegio
que me impone ser indigno del privilegio
de sentir eso que llaman “amor”.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 24/ene./2018



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