«Recito en tu boca oración matutina,
saboreando la ambrosía de tus labios,
como el pan que sostiene mis días
mientras amanece el sol en tus ojos,
bañando de arco iris, tu sonrisa.

Tus caricias purifican mi alma impía,
anidando mi perversión blasfema
entre los pliegues de tu falda albina,
y se vuelven tus gemidos las cuentas,
que recitan mis plegarias vespertinas.

Excomunión segura bajo luz selenita
sin visos de algún remordimiento,
cuando te crucifico con lengua sacrílega,
devorando el néctar de tu esencia,
guiados por profanos sentimientos.

Tu piel y la mía, declaman con fervor
la milagrosa gloria divina de éste oscuro amor.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 10/ene./2018



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