[ Bucket ]

«¿Cuántas veces te prometieron el cielo? ¿Cuántas veces te ofrecieron la luna y las estrellas? Ya te faltan dedos para enumerar todas las ofertas que nacieron con exceso de fecha de vencimiento. Y porque lo sé es que me quedé en silencio sin nada que poder ofrendarte. Ya otros habían pavimentado con espinas el camino a tu corazón: hijos de dioses, cuasi perfectos, que sólo amaban la divinidad de su ego; y tú; tú eras ese lucero que llenaba sus bocas para pasear orondos, exhibiéndote como trofeo mientras te dejaban el amor hecho añicos. Por eso detesto a los divinos: nunca entendí porque la belleza y la riqueza resultan tan vacuas en sus espíritus vacíos. ¿Qué podía hacer éste Caído? Simplemente te cité anoche, y aceptaste verme con obvio escepticismo. Te ofrecí el brazo y fuimos a la azotea del edificio donde vives, mostrándome tu ceño la extrañeza y la curiosidad mezcladas hermosamente en tu rostro. Me detuve de improviso, forzando así a detenerte conmigo. Te solté y te señalé el piso, y sobre él no había más que un viejo y humilde recipiente con el agua más limpia que había conseguido. No entendías y sonreí. Me acerqué a tu oído y susurré que esperes a que el agua se quede totalmente quieta. Te besé en la frente y me alejé hasta el umbral de la puerta de acceso. Cuando las vibraciones de mi andar cesó, el universo empezó a reflejarse poco a poco en el sencillo depósito, hasta que sobre la superficie, frente a ti, había bajado el firmamento ante tus ojos… y a tus pies. Sonreíste, pero no busqué tu mirada. Había cerrado ya la puerta tras de mí, y yo, también sonriendo, me fui, dejándote a solas con tus pensamientos, y con una pizca de suerte, con algún sentimiento… uno de esos que los demonios, también albergamos bajo nuestra propia coraza de aguijones, por creer también, que el amor es un pecado que debe mantenerse en secreto.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ

Lima/Perú • 20/abr./2018