«El paraíso se hallaba a dos pulgadas de distancia. El temor surgía, y el corazón se imponía. Vida o muerte. Redención o excomunión. Gloria eterna de segundos, o condena perpetua en el infierno… Y preferí morir en el intento. Tomé tu rostro y eliminé dos pulgadas de distancia entre tus labios y los míos… El último vestigio de mi raciocinio se hizo añicos. La cordura se tapó los ojos y la locura hizo cerrar los míos. Sin promesas. Sin palabras. Delicioso silencio en la conjunción de dos bocas atrapadas. Punto de no retorno. Las dudas cayeron muertas por la respuesta de tus labios dulces… Y dejaste que un ángel caído viviera en tu paraíso, al besarme y acortar dos pulgadas de distancia.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ

Lima/Perú • 08/abr./2018