«Mentirte, no puedo. Aunque quisiera, bajarte la Luna, no puedo. Las estrellas seguirán lejanas bailando en el cielo, porque volverlas un collar para ti, no puedo. El viento seguirá callado, porque mi voz no puede llevarla, y mis susurros seguirán  rayando mis labios, porque hacer que los lleve hasta ti, no puedo. ¿Y ese vestido que brillaba en tus ojos tras el fino escaparate…? No lo puedo comprar. Tampoco esa casa con vista al mar, con la que despiertos soñamos, como un refugio del mundo escondido, para que podamos al fin dormir.

Sólo puedo ofrecerte éstos brazos cansados, para que en ellos se escondan tus pecados, y no exista juicio alguno, por los errores del pasado. Sólo puedo ofrecer éstos labios partidos por la sal que inundó los ajados latidos de antiguos impulsos cometidos. Sólo puedo ser el guardián de tus secretos más sórdidos, y quemarlos con mis huesos tras el beso de la muerte. Sólo  puedo darte mis tardes y mis miradas… Soportar que me despierte tu ronquera en la madrugada, y sonreír mirando el techo, al saber que a pesar de darte nada, aún a tu lado, puedo estar.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 04/abr./2018





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