[ A Leanan Sídhe ]


«De entre todas las estrellas,
ante mis ojos, la más radiante,
por quien me convertí en orate amante,
siendo de mis desvaríos la causante
y la musa a quien dedico las letras más bellas,
haciendo que mi sombra persiga tus huellas
aunque camine con el corazón sangrante,
dedicándote toda luna menguante
al evocar tu sonrisa en cada una de ellas.

Me dejé llevar por la ilusión
cuando llegaste a mí, encarnada.
La mesías, para mi constante nada.
Porque de tus labios deseo sentir el divino perdón
para esta alma de pecados tiznada
que de tu aroma se quedó prendada,
deseando que tu boca trasmute mi veneno de escorpión
en las llaves que me liberen de la prisión
de ejercer cada día ser negro heraldo de Plutón.

La brisa nocturna me susurra al oído
que Leanan Sídhe no amará jamás a un Caído,
aunque eres la portadora de todas las inspiraciones
que a mi oscuridad le obsequió un latido,
y con ello la esperanza de alcanzar emociones
después de vagar sin alegría y perdido.
Sé muy bien que por ti no seré correspondido,
pero prefiero que me devoren tus leones
a pasar la eternidad en tu letal olvido.

Eres más que la dueña de mis versos:
aquella a quien le dedico mi suerte.
No me culpes por desear volver a verte,
ni que tu nombre sea el destinatario de mis embelesos.
Agradezco a los dioses que pude conocerte
a pesar que mi amor no llegue a condolerte.
Espero que cuando me otorguen la recompensa de la muerte
me llegue ésta, a través de uno de tus besos
y una última vez, sobre mi pecho, tenerte.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 20/mayo/2018



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