«Secreta sonrisa dibujas en la soledad de tu habitación, y descubres que aún late el corazón. Que las mariposas siguen vivas. Que sólo, estaban dormidas. Eso te molesta. No estás dispuesta a salir herida. No deseas la misma piedra en el camino. Y eso te aterra. Todos pueden entenderlo, pero nadie ha sentido cómo se te desagarró el pecho. Nadie más que tú, al final, tuviste que recoger los jirones de tu ser y armarlos nuevamente. Nadie más que tú, tuviste que rezarle al viento que no sople, y que pase lento, para ir recolectando tus propias cenizas antes de unirte, de nuevo. ¿Qué sabe el mundo de las cicatrices de tu alma? Esas, que con maestría divina has ocultado tras los muros de alegrías fingidas, y la danza rutinaria de tu rol de mujer de hierro. Mas hoy en tu propio coliseo se enfrenta de manera suicida tu sentimiento contra tu razón, tu lógica y tu miedo. Y yo, desde una esquina oscura del infierno, te pido imposibles: No temas. No pienses. No calcules… Porque yo, por ti, ya dejé de hacerlo.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 19/jun./2018



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