«Aunque pareciera que el viento está marchito,
su voz, ha hecho feudo en mis oídos.
La oigo llamándome tras cada esquina,
tras cada página que recorren mis pasos,
y cada sonrisa, que le hurto al reloj.

Aunque la Luna se ha declarado en huelga,
su caricia, cada noche, es más certera.
Su sonrisa coqueta se ha impuesto con fiereza,
convirtiendo a todo fármaco, anodino,
mientras el insomnio me susurra su llegada.

Los signos tocan suavemente mi puerta,
despistando a los ilustrados galenos…
y las arañas van tejiendo con divina paciencia
ornamentos que sobre gélido mármol decorarán
las grafías de mi nombre, para festín del Olvido.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú  • 14/feb./2019



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