[ Kats Life ]


Se mezclan entre las sábanas los ronroneos, que difícil es determinar con claridad la pertenencia de ellos. Criaturas dependientes de su independencia, vuelan muy alto sin escapar de la tierra. Y las admiro en silencio, a la espera que les dé la maldita gana de acordarse que existo, para que casi displicentemente me obsequien una caricia, como quien pierde por descuido el botón de una camisa. Felinas. Hechiceras por naturaleza y enigmáticas en las venas, sea con el andar o la mirada, sea con un aterciopelado sonido o con estruendoso mutismo. Felinas que provocan un desvarío bajo el frío sol o la cálida luna… y mientras sigo apostado en ésta esquina de la cama, les sonrío, porque debajo de la piel de lobo también maúllo en secreto, paseo usualmente vestido de orgullo y a veces, por azar, deslizo un mimo sentido cuando tropieza algún segundo distraído, sino estoy quizás con la mirada perdida, descifrando los mensajes de muertos itinerantes, versos demoníacos, y llantos angelicales. Almas felinas. Las observo con atención para descifrar con pausa los secretos que tanto oculté de mí y que residen escondidos entre las estepas del inconsciente y del Olvido. Rasco ligeramente sus mentones y a una, le procuro un beso en la frente, con la fútil esperanza que mi nombre pronuncie en sus sueños… y como felino confeso me retiro entre la oscura noche, siendo dueño único de mis pasos, aunque el destino sigue incierto dejando el latido entre sus labios, pero sin demostrarlo con perfecto estoicismo… como es costumbre, de gatos altivos.

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú  • 11/mrz./2019








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