«Me duele donde no hay carne, entre un pasado y un futuro tan cercano como distante. Me duele donde se macera el aire y bullen suspiros cuando cae la tarde, aunque los insomnios también reclaman presencia en el espacio que separa los números del almanaque. Me duele la risa, y el almuerzo, y el tráfico. Perfora la herida la luz de neón mientras divaga en memorias la retina. Me duele ésta tinta, al compás de alarmas matutinas, aunque aún busco alguna brújula que me guíe fuera de toda penosa premisa, encarnada en las pupilas. Me duele donde no se sangra, pero se agoniza, y las esperanzas quedan hechas cenizas, como las alas arrancadas en una noche de sobrehumana porfiria. Me duele hoy un nombre, una partida, una blasfemia… la puta vida. Intentar cambiar el destino, también es considerado una herejía.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ

Lima/Perú • 09/jul./2019