Gracias, por recordarme que aún me quedaba un latido. Debo agradecerte que abrieras mis ojos a otros caminos y enseñarme que a veces no son tan pesadas las labores para Sísifo. Gracias por mostrarme el último rincón en la caja de Pandora y que en los Elíseos también cabe lugar para los Caídos. Gracias por hacerme soñar que podía estar vivo y que podría haber Penélope para un umbrío Odiseo, tan acostumbrado a los ríos del Hades en eterno invierno. Hiciste, sin querer, que me sienta a veces como el bravío Héctor ante los aquíleos temores que diariamente emergen frente al espejo, o poder ser capaz de robarle un beso a Afrodita portando mi rostro de Hefestos. Te dejé entrar a mi laberinto y no calculé que te darías cuenta que soy un monstruo más cuya cabeza es menester cortar… un demonio más, al cual hay que erradicar. Antes que regreses al Olimpo, presa del terror y el asco a mi naturaleza, deja que bese tu frente en gratitud, por pasearme a través del jardín de delicias que escondía el reino de Morfeo. Es menester que despiertes de la pesadilla de conocerme y yo del ensueño de tu compañía: ya Caronte aguarda impaciente, para retornarme a la rutina que impone el infierno.

— Đᴇsᴠᴀʀɪᴏʂ ᴅᴇ ᴜɴ Ḁɴɢᴇʟ Ͼᴀɪᴅᴏ —

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ |Ͼʜʀɪʂᴛᴏᴘʜᴇʀ Ɖʀᴀᴋᴇ|
Lima/Perú • 01º/ago./2019



Comentarios

Entradas populares