«No leas éstos versos.
Sólo guardan vanos y torpes sueños.
Nada nuevo hay en ellos
que tus ávidos ojos puedan hallar nuevo.

Llevan huellas de licor añejo,
insomnios de otoños agonizantes,
aroma de café y ceniceros repletos,
y un clavel marchito en primavera.

Son dedicados a una quimera,
a los labios incorpóreos
que la aguja metálica besaba
entre los acordes de un anónimo blues.

Honran las pasiones de un pasado
que nunca sucedió…
Los romances de un futuro
que ebriedad de rojos ocasos brindó.

No leas éstos versos.
No traen lunas nuevas, ni rayos de sol.
Son sólo desvaríos
que un desterrado ángel escribió.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú  • 25/sept./2019