«No es mi deseo borrar ésta herida.
Ni cerrarla…
Ni sanarla…
Orgulloso estoy de mantenerla abierta,
y coronarla con espinas
si alguna ilusión toca mi puerta.

Debe seguir intacta en la memoria.
Siempre doliente…
Siempre sangrante…
Que yazca muerto todo sentir rampante
y no repetir los calvarios de antes.

De galenos divinos sigo consejo.
Ninguna caricia…
Ningún beso…
Alejado por sanidad de todo aquello
que al pulso agite y genere vanos sueños.

Sobreviviente a gélidos infiernos
de amores vacíos…
de amores sinceros…
Mis alas negras se volvieron cenizas
en alguna playa, cuyo nombre olvidé entre versos.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú  • 10/oct./2019



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