«Padre mío,
de tu reino he partido
porque a tu insana rectitud
mi espíritu nunca acabó sometido.
A tus ojos siempre inmisericordes
sólo errores y fallos he producido…
Jamás real valía ante ti he tenido,
a excepción del eterno débito
de existir por tu vital soplido…
o quizás simplemente fui un descuido
entre tus planes de carácter divino.

Madre mía,
de tu nido farsante he huido.
La careta de perfectas relaciones
con mis yerros siempre acabó teñida.
Prefería tu apoyo entre caricias,
antes que la mesa servida y las alas prístinas
de toda mácula en lenguas vecinas.
Abundó lo mundano y faltó la esencia,
y hoy cargo en el pecho la natural reticencia
al credo de real amor desde el seno de una fémina.

Alguna vez soñé ser orgullo
de los creadores de mi presencia,
que ante el universo proclamaban amarme,
más tras la puerta fui nada más que su vergüenza.
El único pecado del cual debo ser culpado
es de respirar, sin habérselo pedido,
y terminar siendo un desterrado,
que odia su propia existencia.»

© Ͼʜʀɪʂᴛᴏᴘʜᴇʀ Ɖʀᴀᴋᴇ | Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 06/oct./2019



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