«Vuelco de dirección.
Sorpresiva acción.
Las luciérnagas se encienden,
haciendo un puente de luz
entre las miradas inyectadas de lujuria,
ante la súbita desviación.

La boca se humedece
por culpable saliva ardiente,
y sucumbe ante el febril deseo
la estandarizada mente,
rugiendo desde el profundo vientre
el placer indecente.

Las garras, prontamente,
de su presa denotan posesión,
y el ritmo de gemir frecuente
acalla cualquier razonable objeción,
mientras delatan tus pliegues
pluvial reacción.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú  • 14/oct./2019



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