«No pidas que jale del seco gatillo,
y abandone tu nombre inerte
sobre los taciturnos páramos
que conforman los feudos del Olvido,
para que los voraces cuervos
arranquen con fiereza recuerdos,
subyacentes aún en impávidos iris,
ante la vastedad que posee la tristeza.

No pidas que clave el frío filo
entre los pliegues de tu cálido latido,
y beba de tu sangre hasta embriagarme
de futuros que lloraron sin nacer
y pasados que se niegan a envejecer,
cómo si la eternidad no fuera suficiente
en los laberintos de mi ser demente,
pero siempre poca, ante la súbita muerte.

No pidas que sea heraldo de partidas,
de nuevos adioses o abrir viejas heridas,
que sé vivir con la suerte del verdugo,
y con pólvora decoraré mi ropaje…
y de carmesí se bañará mi acero…
que ya perdí la cuenta de cuántos luceros
apagué con crueldad en el firmamento.
Inténtalo… y verás que no miento.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 08/ene./2020