[  Día del Rock • Live Aid 1985 ]




Hace 35 años, un 13 de julio, se dio un evento musical sin precedentes y sin exagerar, un hito en la historia de la música y el rock desde Woodstock. Era 1985, y en aras de ayudar a las poblaciones de Somalía y Etiopía, que pasaban por una sequía devastadora y la hambruna había arrasado con ambos países africanos y alrededores, el músico y activista Bob Geldof ideó reunir a todos los artistas posibles para un concierto benéfico, un concierto sin precedentes, que habría de desarrollarse en simultáneo tanto en USA (el estadio JFK en Philadelphia) como en Gran Bretaña (el estadio Wembley en Londres).

Geldof, recordado como líder de la banda británica The Boomtown Rats (para mayor referencia su canción más exitosa “I don’t like mondays”, que hacía referencia a un tiroteo en una escuela de USA), junto a su amigo Midge Ure (vocalista de la banda Ultravox), tuvieron esta sensacional idea, que fue a la postre un antes y un después para muchas bandas y artistas de habla inglesa. Originalmente se generaron dos colectivos de artistas para sacar un single cuyas ventas fuera de carácter exclusivamente caritativo, pero a la vez, permitía a sus participantes una vitrina no sólo mundial, sino mostrar ante su público su lado humano, solidario y filántropo. Así, los norteamericanos guiados bajo la producción del “rey midas” Quincy Jones, y con la composición de Michael Jackson y Lionel Ritchie, grabaron la canción “We are the world”, firmada como USA for Africa, mientras que su contraparte británica grababa “Do they know it’s Christmas?”, escrita por Geldof y Ure, firmada como Band Aid. Ambas canciones, que presentaron varios inconvenientes para su grabación, a su vez terminaron siendo el tema final de concierto en cada escenario, correspondiendo al lugar de origen.

Sin embargo, para cuando se hicieron las coordinaciones para el concierto, que se vendía bajo la idea que “todo artista que era ‘alguien’ debía estar allí”, fue más complicado que juntar tantos artistas para una sola canción. Cuando la cartelera de los conciertos vio la luz, muchos de sus participantes que originalmente habían participado en las grabaciones de los singles, terminaron por no asistir por diversas razones. Bruce Springteen por motivo de agenda y Tears For Fears por renuncia de músicos de la banda. Michael Jackson, Stevie Wonder, Prince, Diana Rose y The Pointer Sisters decidieron boicotear el evento por no considerarlo de igualdad de oportunidades para artistas de raza negra, siendo Sade y Tina Turner las únicas artistas negras en aparecer en cartelera y en el escenario, aunque también apareciera B. B. King, Patti Labelle, Billy Ocean, Teddy Pendergrass (apareciendo en silla de ruedas luego de quedar parapléjico en un accidente de auto), o Lionel Ritchie, Dionne Warwick entre otros, cuyos nombres no aparecieron en la promoción.

Asimismo, y como mencioné, fue un antes y después para muchas bandas: Para Bono Vox y U2 significó la catapulta al estrellato, aunque sólo tocaron 2 de los 3 temas programados, pues empezaron con “Sunday, bloody Sunday” generando furor en la audiencia y para cuando tocaron “Bad”, Bono tuvo que bajar hacia el público, y llevó a una chica al escenario. Originalmente se pensó que ese acto era para invitarla a estar junto a él, pero luego se aprecia en la grabación que la joven estaba prácticamente siendo aplastada por el público. Esto hizo que la canción demorara más de lo debido. Pero mientras U2 había afiatado al mundo para que reciba con los brazos abiertos a su cuarto álbum (el exitoso «The Joshua’s Tree»), otras bandas terminaron por descender en la preferencia pública. Así, Judas Priest llegó con altas ventas al escenario, pero su presentación no fue de las más acogidas. Led Zeppelin, después de la muerte de su baterista John Bonham, se reunía sin previo ensayo y fue una presentación para el olvido, ya que Robert Plant y Jimmy Page estaban tan alcoholizados (y algo más) que ni la voz ni los acordes, fueron los esperados, considerando además que en la batería estaba Phil Collins, quien aprovechó el evento hasta la última gota: no sólo se puso en la batería de Led Zeppelin (sin atinar a un solo ritmo), sino que fue el único artista en presentarse en ambos escenarios a la vez, usando para ello al ahora extinto avión supersónico Concorde. Collins, ya líder de Genesis ante la ausencia de Peter Gabriel y promocionando su carrera solista, además de sus propias canciones, también participó en cuanta canción ajena podía. Por otro lado, Live Aid también desnudaba los quiebres de algunas bandas: Sting aparecía sin The Police y nunca disimuló su cara cuando tuvo que cantar las canciones que popularizó junto a Andy Summers y Stewart Copeland, a diferencia de su performance junto a Dire Straits, donde incluso sonríe haciendo ese mítico coro en la canción “Money for nothing”. Wham!, el dúo pop formado por el finado George Michael y Andrew Ridgeley, sólo tuvo presencia a través de Michael, quien curiosamente, canta junto a Elton John la canción “Don’t let the sun go down on me”, que años más tarde, en 1991, terminaran realizando juntos nuevamente en un concierto de Elton John. David Gilmour aparecía sin Roger Waters anunciando la disolución de Pink Floyd, y participó como músico de apoyo para Bryan Ferry, ya separado de Roxy Music. Para Duran Duran, que llegaban con récords de ventas, terminan haciendo una presentación muy criticada cuando Simon Le Bon, su vocalista, desafina más de una vez y en palabras del propio Le Bon, la performance fue de la más vergonzosa en su carrera. Madonna, que no aparecía en la cartelera, estuvo en el concierto lanzando la frase lapidaria “Esta vez no me desnudaré.”, respondiendo a la crítica que fieramente decía que ella valía más por vender su físico que su talento, mientras que su “rival” musical, Cindy Lauper, no apareció en el evento. The Cars dejó de ser tan preponderante como Spandau Ballet o Simple Minds. Mick Jagger parecía más forzado que motivado a pesar de presentarse junto a Tina Turner y contar como apoyo nada menos que al dúo de Daryl Hall y John Oates. Los otros Rolling Stones (Richards y Wood) por cierto, se presentaron aparte como músicos de apoyo, Y Bob Dylan aprovechó la oportunidad para espetarle al público que antes de pensar en ayudar a otro continente, deberían ver la pobreza en la que viven los granjeros norteamericanos. Pero vamos, que no todo era tan malo: The Who se reunía después de muchos años, y dice la anécdota que en el escenario había una luz roja que avisaba al artista de turno que su tiempo acababa para dar paso al siguiente, pero Pete Townsend, siempre desvariado al momento de tocar, dañó esa luz y por ello, la banda encabezada por Roger Daltrey alargó su presentación. Black Sabbath se reunía nuevamente con el Príncipe de las Tinieblas: Ozzy Osbourne (valga decir no tan tenebroso con un look más de luchador de la WWE), y nos regalaban una vez más su mega–éxito “Paranoid”. Crosby, Stills, Nash & Young, también se rencontraban, y no decepcionaron, y claro: Queen. Mercury y compañía llegaban al evento con la etiqueta de “banda en decadencia”, y se especulaba que más iban a ser de “relleno” que de carácter protagónico. Y una vez más, Mercury hizo que todos se traguen sus palabras y caigan rendidos a sus pies haciendo pleitesía, para honrar el nombre de realeza de su banda. La participación de Queen fue, de lejos, la mejor de todo el evento (y por todo me refiero a ambos escenarios). Se dice que durante el concierto en Wembley, los problemas de sonido sucedían a cada instante y Geldof se encontraba en labor de hormiga de una lado a otro intentando solucionar las cosas, pero cuando apareció Queen, él y todo su equipo dejó de trabajar. Nada más importaba, como en el último verso de “Bohemian Rhapsody”: era Queen, y había que paladearse cada instante. David Bowie, gran amigo de Mercury, les siguió y además de mantener el estado febril del público con su éxito “Heroes”, detuvo a todos a pensar pasando diapositivas del estado de la gente en África, para no olvidar el motivo fundamental de los conciertos, más allá del disfrute del momento.

Pretenders junto a Chrissie Hynde, Sade, George Thorogood & The Destroyers, Rick Springfield, y Huey Lewis & The News tampoco desentonaron, así como Sir Paul McCartney, quien interpretó el clásico “Let it be” junto a Bowie, Townsend y Alison Moyet. Entre las performances que no fueron altamente destacadas, pero merecen toda nominación honrosa están las de Paul Young, Kenny Loggins, REO Speedwagon, Tom Petty & The Heartbreakers, Santana y Eric Clapton (que por cierto sufrió una descarga eléctrica mientras tocaba “White Room”). Ausencias muy sentidas, junto a los nombrados fueron AC/DC, Deep Purple y Frank Zappa, quienes contarían luego que estaban escépticos con respecto al evento. Culture Club, que afrontaba en esos momentos la lucha de Boy George contra su adicción a la heroína. Paul Simon, Billy Joel y Rod Stewart, quienes manifestaron no conseguir banda de apoyo. Se dice que The Kinks quiso participar pero para Geldofno eran lo suficientemente famosos.”, Frankie Goes to Hollywood rechazó la oferta y su vocalista diría en el futuro que fue el mayor error en su carrera, y el dúo Eurythmics había aceptado en un principio, pero por motivos de salud Annie Lennox no pudo estar por lo cual terminaron sin presentarse.

Live Aid, además, permitió vio satélite transmisión desde Austria, Japón, Holanda (desde donde transmite B. B. King que estaba de gira) y desde Australia, quienes presentaron a una banda consagrada en sus tierras pero desconocida para el mundo, pero que sonó tan, pero tan bien, que muchos productores mostraron interés en promocionarla. Sí. Eran Michael Hutchence junto a INXS, otros de los grandes “ganadores” en su carrera gracias al evento. Y sí, me faltan nombrar a más, muchos más, como Adam Ant, Neil Young, Thompson Twins, Joan Baez y es por ello que Live Aid de 1985 es tan relevante como importante en tanto conjunción de la pléyade musical, así como punto de inflexión para la carrera artística de muchos. Es por esta relevancia que los 13 de julio se celebra el “Día del Rock” y que obviamente no podría pasar desapercibido para un ángel Caído.

Ahora, lo más difícil, es tomar una canción, una de tantas, que no hayan visto ya, como la mítica performace de Queen, o la versión de “Don’t you forget about me” de Simple Minds, o “Money for nothing” de Dire Straits junto a Sting, o la performance de U2 con “Sunday, bloody sunday”… Así que les comparto la performance del británico Elvis Costello, exponente del pub–rock de los 1970s, que incursionó también con el pop, el new wave y el country, pero que a diferencia de otros artistas, salió sin banda de apoyo, sin coros, sin nada más que él, y su guitarra. Costello, cual mítico caballero de cuentos de hadas, enfrentaba sólo a ese dragón o Leviatán que era un público hambriento de rock. Y así, sin más que su solitaria presencia, empezó a tocar la canción de The Beatles, “All you need is love”, haciendo que todo Wembley, antes de desgañitarse con Queen, ya empezara a cantar con el corazón, usando sus voces como reemplazo de los demás instrumentos y músicos que no estaban al lado de Costello. Porque al final, de éso se trata todo… absolutamente todo: Amor.

© [ Zᴏɴᴀ X ] Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 13/jul./2020



Comentarios

Entradas populares