[ Fairy Tail – III ]

«Aún sigo buscando a la adecuada bruja que sea indiferente a mis espinas y haga suyos mis pecados, tanto como yo habré de apropiarme de sus estigmas. En quimérica cruzada me encuentro embarcado, sondeando por un corazón igual de calcinado por las sales que dejaron las pretéritas ilusiones, las mismas que ahora componen la arcana receta que formará el hechizo prohibido que vehemente reclaman los mortales, hambrientos de idílicos amoríos. Todavía sigo escrutando entre miradas percudidas esa gota de esperanza que ha sido reservada con extremo celo, para ser ofrendada en un mesiánico beso. Husmeo entre oscuros garitos, tratando de hallar aquello que carecen en abundancia los rimbombantes castillos. Deseo para mis infiernos a la lugarteniente de la regente de los hielos, cuya sinapsis y proceso cognitivo cautive mis silencios, en vez de las estéticas frivolidades que danzan alrededor de princesas encaprichadas que gustan coleccionar latidos, para dejar que se empolven en vespertinos suspiros. Aún sigo buscando, y no encuentro, a la errante endemoniada, a la criatura alada que se pierde entre la luna y la almohada en los confines de su habitación, y por firmamento tiene el juramento eterno de que no existen límites para sus sueños. Pero confieso que de hallarle, cumpla este miedo que llevo enraizado en el pecho: que ella vea que no soy (ni seré) el príncipe buen mozo, o por lo menos, de bolsillos llenos. Sólo soy un expulsado de los cielos, un gallardo reptil, un ente insano con ataques de poesía, un cactus andante tan sincero como sádico, venenoso como miel, y dulce como hiel. Quien por más que busque, es aquél a quien los demás no desean encontrar. La antítesis de cualquier final feliz.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
Lima/Perú • 21/nov./2020





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