«No hay yerro más supino que intentar cambiar este destino. Mis pecados deben ser peores de los que recuerdo haber cometido, para que una sentencia me impusiera un nuevo y cruento castigo. El sarcófago ahora me espera sediento, con brazos abiertos en señal de brindar consuelo, para acabar embriagándose de los sangrantes latidos que derrama mi cuarteado pecho. Retorno a él como tantas inconmensurables veces, a las vastas estepas de mi inhóspito lecho. Retorno con los bolsillos llenos de futuros suicidados, de humo azul percudido, de insomnios marinados con aroma de blues y cadencia de whiskey sin hielos. Retorno a ella, quien se desnuda cada noche para arroparme con sus gélidos besos, esos que disfrutan marchitar las esperanzas que alguna vez le hurté a algún descuidado reloj y que osaron nacer en aras de volverse realidad en la mirada de una diosa. Retorno a la dueña de mi penitencia, quien disfruta hoy más que nunca ver como los cuervos se atraganten de las románticas utopías vomitadas por mis ojos cuando soñaba despierto…, cuando imaginé tener entre mis manos aquellos divinos cabellos de fuego… cuando fabriqué el irreal sabor de aquel carmín que paladearía lentamente con mis labios cual acto innombrable de blasfemia, hasta gastarlo y profanarlo más allá de cualquier eternidad… cuando pensé torpemente que me había despojado de mi pérfida natura y toda absolución a mi pasado abyecto me fuera otorgada en un sentimiento, pero el dictamen cayó como guillotina y decapitó toda aspiración de amor en este desterrado. ¡Regocíjate! Retorno a ti, soledad: tan real, como la ausencia de piedad que se profesa a un Caído… y tan leal, para permanecer más allá del tiempo y del olvido, conmigo. Inequívoco e inexorable habrá de ser el destino para este vampiro.»

— Odas a Ӎɪɴᴇʀṿᴀ —
┤Ͼʜʀɪʂᴛᴏᴘʜᴇʀ Ɖʀᴀᴋᴇ├

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
┤Lima/Perú • 10/sept./2021├