«No hablo de tu boca, sino de tu nido,
donde mi molicie encuentra cobijo;
y cuando no es un nido, es un mar
un mar compuesto de cálido magma
—que con dactilar presteza 
y endemoniada sapiencia—,
transmuta en placentero volcán.

No le diré boca aunque tiene labios,
labios que merecen ser paladeados 
como si acaso se congelara el tiempo,
y después de un segundo predispuesto
detonaran entre telúricos movimientos 
los sonidos más profundos y honestos.

No hablaré de tu boca, pero me suele embriagar.
No diré de tus labios, pero me suelen hechizar.
No busques misericordia, pues la acabo de asesinar.
No digas todavía mi nombre porque no pienso, 
ni siquiera por un instante, acabar.»

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
┤Lima/Perú • 08/dic./2021├





Comentarios

Entradas populares