[ ASMR ]  


«Cerca de tu oído, mi lengua aletea, despojándose de palabras galantes. Tu respiración agitada me invita a proseguir, como un vampiro sediento que se deleita con el néctar de la sangre. Bordea los límites del silencio y se va mezclando con la calidez del vaho que emana de mi hambriento aliento. Tu pulso se acelera consumido por febril deseo, haciendo que los párpados, con descarada complicidad, cubran tus ojos para permitirle a tu imaginación, a través de sonora tentación, emprender el vuelo. Las sílabas se van concatenando, describiendo cómo mis manos emularán a perniciosas hiedras que por tu piel irán reptando. Circundarán tu cintura y bajo la blusa navegarán por todas tus latitudes y meridianos, desabrochando todo obstáculo para enredarse firmemente entre tus desencadenados senos y afianzarse de sus erguidas cúspides, las cuales, bajo la tela, su innata sensibilidad habrán de delatar sin reparo. Te narro con malicia que aflorará mi sadismo para infligir a tus pezones los merecidos pellizcos. Tu cálida saliva ha hecho brusca pausa en la garganta, a la par que una ráfaga recorre por toda tu columna desde tu nuca hasta sacudir el elástico de las bragas. Continúas oyendo las predicciones que sobre tu oreja van desfilando: aquellas que describen cómo mi boca habrá de embriagarse de cada gota de sudor que brote de tu espalda mientras tu piel, por orden natural, se estará calcinando. Preguntas surgirán, conociendo ambos la anticipada respuesta sobre en quién recae la gozosa pertenencia; y antes que se derrame un cálido gemido habré de tapar prontamente tu boca con mis dedos, para mantener continuos en el viento los casi imperceptibles decibeles que a tu razón trastoque. El sofoco aumenta, provocando que se desborden tus pechos recientemente liberados del yugo del brasier. Sabemos que hay más planicies por arder y las palabras siguen provocando cómo imaginas a tus manos siendo lazarillos de las mías, guiándolas frenéticas hacia el sur de tu ser. Tus ojos siguen cerrados, pero tu mente ha cruzado el punto de no retorno, capitulando a toda existente sensación y placer sin sonrojo. Tus columnas habrán de flaquear y tremores se apoderarán de tus rodillas. Tu pórtico dará la húmeda bienvenida a la intrusión voraz de mi lujuriosa caballería, la que con presteza marcará con sus filos cada palmo de tus paredes más secretas. Abres los ojos y con súplica me miras: mis palabras están consumiendo todo ápice de tu razón y tu piel clama por inmisericorde acción. Ya tu interior lluvia asoma… y me detengo, aunque por dentro deseo desatar en ti un interminable monzón. No más palabras habré de pronunciarte hasta completar las reglas del juego: tu boca tendrá ahora que pronunciar la protocolar invitación para ingresar a tu reino y poseerte completa, como si no existiera más tiempo, buscando que todo previo murmullo proferido sea el preámbulo merecido para dar validez a la cita del célebre dictador romano: “Res, non verba” es lo último que deslizo en tu receptivo sentido detonando intensa sinestesia… y escapa de tu boca, ineludible, un pequeño gemido.» 

© Lᴀʀɴ Sᴏʟᴏ
┤Lima/Perú • 24/ene./2022├



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