«¿Deberé de inclinarme ante vos, 
— Oh —, que te haces llamar caballero, 
porque portas siempre máscara de nobleza
para engatusar a corazones huérfanos de afecto
y tratarlos como inservibles piezas?

¿Deberé hacer una venia ante vos, 
— Oh —, que te haces llamar caballero, 
porque ostentas carísima vestimenta,
pero portas bajo la levita de alto precio
los actos viles que motivan todo desprecio?

¿Deberé presentar mis respetos
— Oh —, a quien no sustenta con acciones
que en su lengua nacieron cual vacías oraciones,
buscando hallar amorosas absoluciones 
a sus desdeñables adicciones e infracciones?

¿Deberé obsequiarle cariñosa sonrisa 
—Oh —, a quien busca coleccionar mujeres
para vengarse de irresolutos ayeres?

Lamento tener que informarle,
— Oh —, autodenominado caballero, 
que lejano está de mi consideración,
pues de tan honorable definición 
no lleva siquiera la elegancia de corcel brioso,
pero encarna perfectamente a jumento mentiroso
— con perdón de los jumentos—;
y recitan las buenas lenguas femeninas 
que al tener que juzgarse su actuar, 
un cero termina siendo el dígito más valioso.

¡Bendita sea la providencia divina
de librar de mi camino a tiempo 
al colosal embustero disfrazado de caballero!»

© Ͼʜʀɪʂᴛᴏᴘʜᴇʀ Ɖʀᴀᴋᴇ
┤Lima/Perú • 10/mayo/2022├




Comentarios

Entradas populares